Título orginal: Los domingos mueren más personas
Director: Iair Said
Guion:
Música:
Fotografía:
Género: Comedia, Drama
Reparto: Iair Said, Rita Cortese, Antonia Zegers, Juliana Gattas
Argumento
David, un joven judío de clase media, corpulento, homosexual y con miedo a volar, vuelve de Europa a Buenos Aires, por el fallecimiento de su tío.
En este regreso, David se entera de que su madre ha decidido desconectar el respirador de su padre, lo único que lo mantiene vivo desde hace años.
David vuelve a la casa de su infancia, donde oscila entre la convivencia íntima con su madre y una voracidad por llenar su angustia existencial.
Mientras sus días en Buenos Aires avanzan, él intentará evitar de cualquier manera volver a ver a su padre internado, aunque el destino hará lo imposible para que ese encuentro se concrete.
Pequeña película, narrada con gracejo. Mediante un humor, lleno de ternura hacia sus personajes, contemplamos la vicisitudes de una familia que debe lidiar con una situación vital importante, pero que, dada la idiosincrasia de cada uno/a, lo llevan a extremos nada espectaculares, pero tendentes a un cierto surrealismo que a veces logra sacar la sonrisa del espectador y otras le dejan un tanto perplejo.
Y es que el ritmo es tranquilo y tiene muchos toque sutiles con los que hay que estar atentos para que hagan más efecto.
Los intérpretes están bien, todos ajustados a sus personajes y los diálogos, en ocasiones, son verdaderamente graciosos al entrar de lleno en la tragicomedia, buscada, inteligente, pero no del gusto de todos los públicos.
A mí no me encandiló demasiado, conste, pero reconozco que tiene ironía y resulta, en líneas generales, entrañable. Pero ya la tengo medio olvidada.
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