Bici de Ghislain Lambert, la (Le vélo de Ghislain Lambert) (Bélgica, Francia; 2001)

 

Título original: Le vélo de Ghislain Lambert

Director: Philippe Harel

Guion: Philippe Harel, Benoît Poelvoorde, Olivier Dazat

Música: Philippe Eidel

Fotografía: Gilles Henry

Género: Deportivo, Comedia

Reparto: Benoît Poelvoorde, José Garcia. Daniel Ceccaldi, Sacha Bourdo, Emmanuel Quatra, Jean-Baptiste Iera, Christelle Cornil, Fernand Guiot, Jacqueline Poelvoorde-Pappaert, Guy Van Riet, Isabelle Giani, Koen De Koker, Nicole Valberg, Michel de Warzee, Jean-Pierre Gos

Argumento

Ghislain Lambert es un ciclista aficionado belga, que desea emular a su ídolo, el gran Eddy Merck.
Estamos en 1972 y Ghislain logra introducirse en el mundo del ciclismo, siendo un gregario aceptable.
Sin embargo, pronto verá que no durará mucho si no toma las medidas oportunas.
Además, todos se querrán aprovecha de él y su pundonor. 

Interesante película deportiva que no obstante, se ve a la legua que no es muy divertida que digamos.
Se ve con una sonrisa permanente, pero también resulta algo dolorosa e incluso triste si se reflexiona un poco.
No se escatiman apuntes críticos hacia, no el deporte del ciclismo como tal, sino hacia diversas personas y estamentos o empresas, que no dudan en utilizar a los modestos para ganancia propia. Y no sólo ellos, sino también los familiares, al menos el hermano del protagonista, un auténtico listillo que utiliza sin vergüenza el sufrimiento y dolor de su hermano.
Todo ello bajo el prisma del humor, pero sin olvidar la acidez y, sobre todo, la ironía fina y el trazo grueso, si se tercia.
El resultado es una película muy entretenida, que mezcla muy bien el humor, drama (sin cargar las tintas, pero presente en todo momento, y los muchos y excelentes apuntes costumbristas y deportivos).

 

Las escenas de carreras ciclistas (bastantes) están muy bien filmadas, con buen pulso dramático, con dinamismo y una excelente puesta en escena.
Los intérpretes están perfectos, destacando sobre manera su protagonista, Benoît Poelvoorde, magnífico tanto en tierra como en la ruta, y el ahora grande José García, como el pillastre hermano, que le chupa todo lo que puede.
Bonita banda sonora y un guión rico en situaciones, con un gran estudio psicológico de los diversos personajes, todos con sus particularidades.

Premios

- Festival de cine internacional de San Sebastián 2001: mejor guión (Philippe Harel. Benoît Poelvoorde, Olivier Dazat).