miércoles, 10 de septiembre de 2025

Estocolmo 1520. El rey tirano (Stockholm Bloodbath) (Suecia, Dinamarca; 2023)



Título original:  Stockholm Bloodbath

Director: Mikael Hasftröm

Guion: Nora Landsrød, Erlend Loe

Música: Steffen Thum

Fotografía: Pär M. Ekberg

Género: Histórico, Épico, Bélico

Reparto: Sophie Cookson, Claes Bang, Alba August, Emily Beacham, Matías Varela, Wilff Scolding, Mikkel Boe Folsgaard, Jacob Oftebro, Ulrich Thomsen, Adam Palsson, Wayne Brett, Eszter Ónodi, Kate Ashfiled, Charlotta Lövgren, Seán Duggan, Jeremy Wheeler

Argumento

En 1520, el infame rey danés Cristián II, sediento de poder, está decidido a arrebatar la corona sueca a Sten Sture, cueste lo que cueste.
Entre tanto, las hermanas Freja y Anne prometen solemnemente vengarse de los hombres que asesinaron brutalmente a su familia.
Todo llega a su punto álgido en el corazón de Estocolmo, donde las hermanas se ven arrastradas a una despiadada lucha política entre Suecia y Dinamarca que culminará en el conocido como Baño de Sangre de Estocolmo, perpetrado por el apodado "Cristián el Tirano".

 

Film "histórico", que conviene ver sin tomarse todos los acontecimientos que se ven al pie de la letra, no en vano al comienzo se nos indica "gran parte de esto ocurrió de verdad". Así que estamos avisados.
Luego, comprobamos que es cierto, no en vano, aunque lo más importante e impactante del film sí sucedió realmente, el envoltorio de la cinta tiene un extraño aire de jocosidad, de chanza, incluso en los momentos más sangrientos (esto se ve mucho mejor en los títulos de créditos finales).
Y es que, en efecto, tiene mucha violencia, con decapitaciones, miembros a la virulé por mor de las balas de cañones, etc.
En esencia es cierto que no aburre, entretiene pero también es notorio que podría haber sido mucho mejor.
Y es que la narración, sobre todo al comienzo, es farragosa, con partición de escenas en pantalla y hechos que van demasiado rápido y sin mucha credibilidad que digamos.

Pero luego mejora, una vez que se asienta la historia, se reposa el ritmo y los personajes quedan definidos y retratados con mayor claridad.
Pero hay un algo molesto aire de desconcierto, que hace no convenza la película, por más que el esfuerzo de los intérpretes es evidente y existan algunos personajes con "carne", aunque muy exagerados (o no tanto, en la realidad), como el de Didrik Slagheck, interpretado con total dedicación por Mikkel Boe Folsgaard.
Estéticamente es competente gracias la buena fotografía de Pär M. Ekberg, que da lustre a los bellos paisajes nevados.
En fin, que para pasar el ratillo no está mal, pero le falta más seriedad para no decepcionar.

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