Frontera (España, Bélgica; 2025)

 

Título original: Frontera

Director: Judith Colell

Guion: Miguel Ibáñez Monroy, Gerard Giménez

Música: Liesa Van der Aa

Fotografía: Andreu Adam Rubiralta

Género: Drama, Thriller, Intriga, Social

Reparto: Miki Esparbé, Bruna Cusí, Asier Etxeandia, Maria Rodríguez Soto, Jordi Sánchez, Kevin Janssens, Joren Seldeslatchs, Maria Molins, Lauren Müller, Anna Franziska, Kasia Kapcia, Pepa López, Tian Tosas

Argumento

Año 1943, plena guerra en Europa. Franco ha bloqueado el paso de judíos que huyen de la represión nazi por los Pirineos.
En la aduana de un pueblo fronterizo, Manel Grau, un funcionario con pasado republicano, decide contravenir las órdenes ayudado por Juliana, una vecina del pueblo, y Jerôme, un pasador francés.
Entre todos inician una cruzada para ayudar a huir a tantos judíos como sea posible.
Es entonces cuando Manel se verá atrapado en una peligrosa odisea que despertará en él y en su mujer Mercé viejos fantasmas de la todavía reciente guerra civil española. 

  

Bienintencionda coproducción entre España y Bélgica que, en líneas generales, entretiene y resulta positiva en cuanto a los valores que transmite: solidaridad para con los más necesitados, unión de un pueblo contra las fuerzas ocupantes represoras...
Sin embargo no ha acabado de convencerme y eso por varias razones.
La primera de ellas no es culpa de la cinta en sí. Me refiero a que yo he ido a verla, pero no en su versión oficial, esto es, hablada en su mayor parte en catalán, pues los habitantes del pueblo hablan dicho idioma y entre ellos así se expresan. Y claro, de repente, abre la boca el personaje del protagonista, Miki Esparbé y no, no es él, al menos el verdadero, en su esencia. Esto ha hecho que me haya salido un poco de la película, aunque la he retomado porque si no todo se hubiera ido al garete.

 

Pero también el ritmo me ha parecido irregular y el guion no consistente, a veces narrando la historia en forma de retazos, sin una  férrea cohesión.
Y, sobre todo, la falta de emoción, de fuerza dramática. Sólo en un par de escenas se atisba, pero en conjunto me ha parecido bastante apagada, excelente en la forma, con bella fotografía resaltando los bellísimos paisajes del Pallars y otras localizaciones de Barcelona, pero con más bien poca chispa.
Bien los intérpretes, resaltando Asier Etxeandia, cada día mejor actor de cine y lograda ambientación.
Es digna y honesta pero le falta bastante para destacarla por encima de la media.