Título original: Ujugoe-in wangmagwi
Director: Hyeok-jinn Gwon
Guion: Ha-yeong Byeon
Música: Jeong-geun Jeon
Fotografía: Chang Gi Ham
Género: Ciencia Ficción,Fantástico
Reparto: Won Namkung, Seon-kyeong Kim, Eun-jin Han, Hie-gab Kim
Argumento
Unos extraterrestres, que desean apoderarse del planeta Tierra, arrojan sobre el mismo, un monstruo del tamaño de un hombre alto. Según va entrando en la atmósfera se va haciendo más y más grande. Cuando llega al suelo del planeta, en Corea del Sur, es ya enorme y letal.
El Ejército trata por todos los medios de acabar con el monstruo, pero será un niño quien, como si se tratase de un juego, le haga daño de verdad.
Inenarrable film de Corea del Sur, de ciencia ficción/fantástico, que bebe (consciente y deliberadamente) de las películas japonesas con Godzilla y King Kong como personajes principales.
En este caso observamos que la película es muy modesta industrialmente hablando y que por ello mismo carece del más mínimo sentido del ridículo. Esto la hace fresca y, quizás en su día, hasta divertida.
Viéndola hoy en día, valoro el arrojo de los productores e intérpretes y demás creadores del film pero, si sólo hablo de su calidad, es más bien mínima. Al haber poco dinero sus efectos especiales y visuales, con picados y contrapicados entre las sencillas maquetas, son muy de andar por casa. El propio monstruo, mitad Godzilla, mitad King Kong, apenas hace cositas durante el metraje y da un poquillo de pena y todo, sobre todo por las putadas que le hace el niño de marras.
En cuanto a ciertas situaciones, ciertas escenas de la cinta, creo que prentenden sacar la sonrisa al espectador, pero lo cierto es que, como caen de lleno en la escatología, no sólo me han parecido de mal gusto, sino, totalmente gratuitas, aunque sí es verdad que sorprenden, per no por tener calidad sino porque no te lo esperas, aunque después de ver a la pareja de amigos chorras que salen haciendo el gilipollas, cualquier cosa era posible.
En fin, que no me ha hecho gracia la ingenuidad de la propuesta, quizás valiente, no lo niego, pero en todo caso muy, muy mediocre.
Título original: Ujugoe-in wangmagwi
Director: Hyeok-jinn Gwon
Guion: Ha-yeong Byeon
Música: Jeong-geun Jeon
Fotografía: Chang Gi Ham
Género: Ciencia Ficción,Fantástico
Reparto: Won Namkung, Seon-kyeong Kim, Eun-jin Han, Hie-gab Kim
Argumento
Unos extraterrestres, que desean apoderarse del planeta Tierra, arrojan sobre el mismo, un monstruo del tamaño de un hombre alto. Según va entrando en la atmósfera se va haciendo más y más grande. Cuando llega al suelo del planeta, en Corea del Sur, es ya enorme y letal.
El Ejército trata por todos los medios de acabar con el monstruo, pero será un niño quien, como si se tratase de un juego, le haga daño de verdad.
Inenarrable film de Corea del Sur, de ciencia ficción/fantástico, que bebe (consciente y deliberadamente) de las películas japonesas con Godzilla y King Kong como personajes principales.
En este caso observamos que la película es muy modesta industrialmente hablando y que por ello mismo carece del más mínimo sentido del ridículo. Esto la hace fresca y, quizás en su día, hasta divertida.
Viéndola hoy en día, valoro el arrojo de los productores e intérpretes y demás creadores del film pero, si sólo hablo de su calidad, es más bien mínima. Al haber poco dinero sus efectos especiales y visuales, con picados y contrapicados entre las sencillas maquetas, son muy de andar por casa. El propio monstruo, mitad Godzilla, mitad King Kong, apenas hace cositas durante el metraje y da un poquillo de pena y todo, sobre todo por las putadas que le hace el niño de marras.
En cuanto a ciertas situaciones, ciertas escenas de la cinta, creo que prentenden sacar la sonrisa al espectador, pero lo cierto es que, como caen de lleno en la escatología, no sólo me han parecido de mal gusto, sino, totalmente gratuitas, aunque sí es verdad que sorprenden, per no por tener calidad sino porque no te lo esperas, aunque después de ver a la pareja de amigos chorras que salen haciendo el gilipollas, cualquier cosa era posible.
En fin, que no me ha hecho gracia la ingenuidad de la propuesta, quizás valiente, no lo niego, pero en todo caso muy, muy mediocre.
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