sábado, 17 de agosto de 2024

Besos de gato (España, 2003)

 


Título original: Besos de gato

Director: Rafael Alcázar

Guion:  Rafael Alcázar, Felipe Hernández Cava, Beda Docampo Feijóo. Novela: Alejadro Gándara

Música: Víctor Reyes

Fotografía: Jaume Peracaula

Género: Drama, Acción

Reparto: JUANJO PUIGCORBER, LETICIA DOLERA,  LOLA MARCELI, PEPE SANCHO, IMANOL ARIAS, ANTONIO DECHENT, ANTONIO RESINES, RUTH GABRIEL, DAVID CARRILLO, PACO HIDALGO


Argumento

Un abogado, que se dedica a defender a escoria criminal, llega a casa por la noche después de un día agotador. Allí le dice su mujer, con la que está atravesando una grave crisis matrimonial, que su hija no ha llegado a casa a la hora convenida.
Tras una fuerte disputa se va con su coche a buscarla.
Durante la noche él y su hija se conocerán bien, tras años alejados, y conocerán una "fauna" de lo más variopinta, poniendo en peligro sus vidas.


Estimable film español basada en una novela de Alejandro Gándara que, si no fuera por su peculiar e irónico humor y porque los intérpretes son conocidos, podría pasar por un film norteamericano dada la pericia de Rafael Alcázar, su director, en conferir de dinamismo y buen ritmo a una película sin apenas momentos de quietud. En este sentido el montaje a cargo de Javier Laffaille y Guillermo Represa es encomiable.
La historia, no hay que negarlo, resulta bastante increíble, con un protagonista que a veces parece más bien "Harry el Sucio" que un normal padre de familia. Sin embargo, y ahí está el mérito de la cinta, resulta disfrutable en todo momento, siendo muy entretenida y trepidante. El mérito, a parte de la impecable realización, estriba en una historia que engancha al espectador desde el primer momento, y a un protagonista en estado de gracia, Juanjo Puigcorbé, soberbio en todo momento.

 

Los demás no le van a la zaga, aunque bien es verdad que algunas apariciones estelares no se entienden demasiado bien (Resines, Arias) como no sea (muy lícito, por otra parte) en dar empaque y comercialidad al producto final.
El final, duro de veras, conmueve y emociona al espectador, que se va del cine satisfecho, con la sensación de haber visto algo más que digno.
Un consejo final: no marcharse sin haber visto los títulos de crédito (siempre es conveniente verlos, al menos parte de ellos, y no salir "escopetado" del cine), pues la música de guitarra que se escucha es preciosa .

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