Título original: Fuego en la sangre
Director: Ignacio F. Iquino
Guion: Ignacio F. Iquino, Juan Lladó. Historia: Antonio Guzmán Merino
Música: Augusto Algueró
Fotografía: Pablo Ripoll
Género: Drama
Reparto: Antonio Vilar, Marisa de Leza, Conchita Bautista, María Dolores Pradera, Antonio Casas, Rafael López Somoza, Luis Induni, Consuelo de Nieva, María Cañete, Modesto Cid, Juan Gamero
Argumento
Juan Fernando, mayoral de una ganadería de toros bravos, se enamora de Soledad, la hija del dueño de la ganadería que cuida, a pesar de que ella tiene novio, Miguel, el que cuida las yeguas.
La muchacha le vuelve loco a Juan Fernando con sus canciones y le mortifica a la esposa de él, causándole unos grande celos.
A los dos no parece importarles el mal que van causando en quienes les rodean.
"- Eh, Totobías, mete al ganado, que yo volveré enseguida.
- Cómo vas a volver si no sabes a dónde vas?
Pues tal y como dice la publicidad del filme: "Fuego en la sangre es una producción catalana rodada en Sevilla durante el invierno de 1952-53.
El productor y director Ignacio F. Iquino quiso huir de la imagen estereotipada del campo andaluz mostrada en el cine español de la posguerra y decidió rodar en espacios naturales para darle un carácter más realista, reconstruyendo imágenes de la vida en un cortijo, en el que se desarrolla una historia de amor y gelosidad".
Y, en efecto, así es, aunque no falten, de pasada si se quiere, los bailes flamencos, rejoneos y capeas.
Iquino, entonces en su fase creativa, tratando de verdad de conseguir cintas de calidad, aquí hace casi de todo: guioniza, produce y dirige.
El resultado es mediano, bastante irregular, pero nunca se le pierde la cara a la historia, una historia de "amor fou" que se parece en cierto sentido, medida y escenas, a la obra maestra "Duelo al sol". Al menos, la película está bastante alejada de lo que en la década de los setenta y ochenta perpetró el bueno de Iquino ("Aborto criminal" tuvo la culpa).
En líneas generales, no aburre, sobre todo cuando se llega a la segunda mitad, donde el carácter de los personajes llega a su culmen, con una Marisa de Leza de salvaje y arrebatadora belleza y un Antonio Villar incapaz de dar por perdido a su verdadero amor.
Buenos secundarios, dramática banda sonora del maestro Algueró.
Se puede ver sin dificultad pues no aburre y tiene un interés relativo, pero no es desdeñable.
- Círculo de escritores de cine de España 1954: mejor actriz principal (Marisa de Leza).
- Sindicato nacional del espectáculo, España, 1953: sexta mejor película española del año.




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