Siempre es invierno (España, 2025)

 

 

 Título original: Siempre es invierno

Director: David Trueba

Guion: David Trueba. Novela: "Blitz", de David Trueba

Música: Maika Makovski

Fotografía: Agnès Piqué Corbera

Género: Drama, Comedia, Vida normal

Reparto: David Verdaguer, Isabelle Renauld, Amaia Salamanca, Jon Arias, Vito Sanz, Naiara Carmona, Carla Nieto, Violeta Rodríguez 

Argumento

Miguel, arquitecto paisajista, viaja a Bélgica con su novia Marta para participar en un congreso.
Allí se precipita el final de su relación y tras la ruptura con su pareja decide quedarse a solas unos días más para tratar de recomponer su futuro.
Roto y desubicado, Miguel conoce a Olga, una mujer, en el comienzo de su madurez, que trabaja como voluntaria en el congreso de arquitectura.
A su lado comenzará a reconstruirse y a entender en qué consiste su nuevo proyecto de vida. 

Estimable película dirigida por David Trueba, que adapta su propia novela"Blitz".
Y lo hace de forma inteligente, sensible, mostrando estados inherentes al ser humano, como el vacío emocional, la soledad, la dificultad por encajar una pérdida sentimental y comenzar una nueva vida que le de esperanza y ganas de remontar.
Una historia de pérdidas, tristezas vitales, del que sólo uno/a puede salir, pero siempre mejor con la ayuda de otro ser humano que le dé nuevas ilusiones y confianza en sí mismo.
Una cinta narrada de forma tranquila, sin prisas, con estupendos diálogos, excelentes interpretaciones y una mezcla de drama y comedia, descrita con perspicacia, sentido de la observación y agudeza.

 

Quizás es un poquiillo larga para lo que cuenta, pero tiene estupendas escenas, algunas hilarantes en su comicidad, como por ejemplo la exposición del protagonista de su proyecto, un momento en verdad divertidísimo.
El resto contiene buenas dosis de melancolía y vacío interior, pero mostradas con serenidad, sin alzar la voz.
Un film que se degusta como un pequeño manjar, que quizás no tarde demasiado en olvidarse tras su visión, pero que es una muestra más de la maestría de Trueba para contar una "pequeña" historia, por lo que al final gusta y convence. Y es que no faltan las puyas a la deriva de la arquitectura en las capitales, creadas para acabar con los remansos de paz de los sin techo, los enamorados o la gente "de la tercera edad".