Últimos románticos, los (Azken erromantikoak) (España, 2024)

 

Título original: Azken erromantikoak

Director: David P. Sañudo

Guion: David P. Sañudo, Marina Parés. Novela: Txani Rodríguez

Música: Beatriz López-Nogales

Fotografía: Víctor Benavides

Género: Drama, Costumbrista, Social, Vida normal

Reparto: Miren Gaztañaga, Maika Barroso, Eric Probanza, Itziar Aizpuru, Ignacio Mateos, Joan Solé, Font García, Ion Zumelaga

Argumento

Irune, una mujer insegura, solitaria y con tendencias hipocondríacas, trabaja en una fábrica de papel situada en las afueras de un pueblo industrial en Álava.
Su vida se limita a un reducido círculo de conocidos: sus compañeros de trabajo, una vecina con la que comparte algo parecido a una amistad y un operador de Renfe a quien consulta horarios de trenes que nunca toma. Su frágil equilibrio estallará cuando se detecte un bulto en un pecho, lo que coincidirá con un conflicto laboral en el que se ve implicada.
Es entonces cuando su vida toma un giro inesperado, ofreciéndole la oportunidad que, quizás sin saberlo, siempre había estado esperando.

 "- Yo, lo más exótico que he conocido ha sido Portugalete".

Estimable film intimista, realizada de forma personal, magnética e interesante, como en él es normal, por David P. Sañudo.
Una cinta que narra, de forma imaginativa y emotiva, la triste historia de una joven mujer que no encuentra su sitio en el lugar donde vive ni en el trabajo que desempeña.
De forma gradual vamos viendo, notas costumbristas, surrealista humor y drama social, mostrando lacras como los malos tratos en el ámbito familiar y la falta de ilusiones vitales. Y lo hace de forma muy sobria, sentida, digna, elevándose su calidad gracias a la estupenda interpretación de Miren Gaztañaga, sugestiva en todo momento.
Excelente ambientación, mostrando la decadencia de un lugar antaño pujante en el ámbito laboral y que se resquebraja día a día, con los problemas laborales y el paro como gran enemigo.
Una película tranquila, que de debe ver sin prisas, pero que al final deja un buen sabor de boca.
Modesta, pero está francamente bien.