Título original: American Samurai
Director: Sam Firstenberg
Guion: John Corcoran
Música: Craig Stuart, Robbie Patton
Fotografía: David Gurfinkel
Género: Acción
Reparto: David Bradley Mark Dacascos, Valarie Trapp, John Fujioka, Rex Ryon, Melissa Hellman, Ron Vreeken, Antony Szeto, Koby Azarly, Shalom Avitan, Baruch Berlin, Aryeh Moskona
Argumento
Un niño americano es criado y adiestrado en las artes marciales por un viejo samurai, lo que provocará los celos del hijo de éste. Pasados cinco años, ambos se enfrentarán en un combate a muerte. O eso querrá uno de ellos, pues antes deberán eliminar contrincantes para llegar a la final.
"- ¿Dónde tienes el arma? ¿Piensas luchar con la polla?
- Si fuera así, dispondría de una ventaja injusta".
Una de las últimas películas de la mítica Cannon Group, popularísima productora creada en 1967 por dos primos (de sangre) israelíes (Menahem Golan y Yoram Globus), pero que tuvieron su cénit durante la década de los ochenta del siglo pasado. Y cerraron, una pena, en 1993, o sea, un año después de esta peli de la que nos ocupamos.
"American Samurai" es lo que me imaginaba que sería, un simpático bodriete, un film mediocre, pero que vista ahora, en el 2025, a modo de repaso socio-histórico-cinematográfico, supone un trabajo que se puede ver pese a que no puede ser más previsible, sólo tenga una situación, alargada, cual los distintos combates, pero, hete aquí, que la curiosidad hace que la sigas hasta el final, por saber no el qué sucederá al final, que ya se sabe, sino el combate final cómo será exactamente, qué métodos emplearán los dos contendientes, sus trucos, enseñanzas, maneras de pelear...
Un film barato, hecho con poca pasta (estaba la Cannon en las últimas), pero con la grata presencia de Mark Dacascos, en su tercera película, pero que ha sabido sobrevivir en el difícil mundo del cine y todavía está en activo, de lo cual me alegro (incluso fue el protagonista de "One Night in Bangkok", que no estaba nada mal).
En resumen, que es más bien maleta, pero es representativa de la última etapa de una productora que supo poblar los cines de barrio con, sobre todo, la chavalería de las periferias de las grandes ciudades.
Ah, y como curiosidad, comentar que existe, al menos, un gran fallo de rácord o montaje pues uno de los luchadores muere en combate y poco después se les ve a los contendientes hacer ejercicios antes del combate. ¡Y estaba el muerto!.
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