Léolo (Canadá, Francia; 1992)

 

 

Título original: Léolo

Director: Jean-Claude Lauzon

Guion: Jean-Claude Lauzon

Música: Richard Gregoire

Fotografía: Guy Dufaux

Género: Literario, Drama

Reparto: Maxime Collin, Gilbert Sicotte, Ginette Reno, Julien Guiomar, Giuditta Del Vecchio, Denys Arcand, Pierre Bourgault, Andrée Lachapelle, Yves Montmarquette, Lorne Brass, Roland Blouin, Geneviève Samson, Marie-Hélène Montpetit, Francis St-Onge

Argumento

Léolo es un niño de imaginación desbordante que vive con su peculiar y detestable familia en un humilde barrio de Montreal.
Para huir de este odioso entorno, Léolo inventa un mundo imaginario y surrealista donde se hace llamar Léolo Lozone (en vez de Leo Lauzon, su nombre real) y asegura que ha nacido del Sol o de un tomate fecundado por un italiano.
Sólo las intensas emociones provocadas por el despertar a la adolescencia le salvarán de la locura a la que se ve abocado. 

 

Maravilloso trabajo del joven Jean-Claude Lauzon, que murió no mucho después, con un impresionante futuro cinematográfico en ciernes, trágicamente cercenado por un accidente.
"Leolo" está muy bien y consigue, tras unos primeros minutos de tanteo, dados los complejos y muy estrambóticos personales, emocionar de veras, hasta hacerte llorar a lágrima viva.
Polémica tanto por el fondo como por la forma, tanto por su estrafalario argumento como por su puesta en escena, algo incomprensible en sus primeras imágenes, acaba finalmente por hacer gozar y también sufrir.
Su final es de los que deja pegado a la butaca, y cuando comienzan los títulos de crédito, uno/a se queda sentadito hasta que finalice, tanto por la belleza de la composición musical, como para que nadie advierta que estamos llorando de la intensa emoción desprendida de sus bellísimas imágenes y de su tristeza vital.

Como curiosidad, recuerdo que la vi en el Cine Fórum de Algorta, Getxo, Bizkaia) y me había sentado en medio de la fila, como siempre lo solía hacer. Pues bien, al cuarto de hora de comenzar la peli me di cuenta de mi error, ya que me quería ir pues no la aguantaba y me aburría. Pero como estaba en el medio y tenía que molestar a mogollón de gente, me quedé quieto y me dije: "Iñaki, a aguantar hasta el final, por chorra".
Menos mal, pues poco a poco me fue ganando la maravillosa pero también dolorosa historia de Lóolo y pude asistir así a un bellísimo y tristísimo trabajo cinematográfico.
Aunque también hay críticos y espectadores a los que no les gustó nada de nada.

 

Premios

- 1992: Seminci: Espiga de Oro (ex-aequo con "El largo día acaba").
- 13º Premios Genie 1993: mejor guion original, mejor vesturario (François Barbeau), mejor montaje (Michel Arcand).
- Fantasporto 1993: mejor director, Premio del Público.
- Festival de cine internacional de Toronto 1992: Mención Especial del Jurado al mejor film candiense.
- Festival internacional de Vancouver 1992: mejor guion en un film candiense.