domingo, 21 de julio de 2024

Olvidados, los (México, 1950)

 


 Título original: Los olvidados

Director: Luis Buñuel

Guion: Luis Buñuel, Luis Alcoriza

Música: Gustavo Pitaluga, Rodolfo Halffter

Fotografía: Gabriel Figueroa

Género: Drama, Social

Reparto: Alfonso Mejía, Estela Inda, Miguel Inclán, Roberto Cobo. Alma Delia Fuentes, Francisco Jambrina, Jesús Navarro. Efraín Arauz, Sergio Villarreal, Jorge Pérez, Javier Amézcua, Mário Ramírez


Argumento

Un grupo de niños y algunos adolescentes, vaguean por la calle debido al paro y al desarraigo.
Nadie les quiere y se buscan la vida cada día, incluso cometiendo pequeños actos criminales.
Un adolescente sale del correccional donde ha pasado un período de tiempo y decide vengarse de otro a quien le echa la culpa de su encerrona. Se hace el jefe del grupo y cometerán fechorías que les traerán problemas, sobre todo a Pedro, un chico pendenciero que sólo busca el amor de su atribulada madre.


Obra maestra sin discusión, unánimamente elegida como una de las mejores películas de todos los tiempos. Y con razón.
Es sorprendente cómo en aquellos años de necesidades, en un país como Méjico (México), con grandes disfunciones sociales y continuas reformas para lograr el desarrollo de sus gentes, todavía bastante ancladas en un pasado de grandes carencias, Buñuel lograra, eso sí, bajo su particular prisma, una película tan dura e inclemente, tan brutal y tan dolorosa, que expresara tan bien la miseria y el desarraigo social de una parte de la sociedad abandonada al albur cotidiano: los niños desarrapados.
Cuando se estrenó, sólo él, Buñuel y Luis Alcoriza, su co-guionista, se quedaron conformes con el trabajo realizado. Los demás miembros del equipo dijeron que eso no era la realidad de su país. Puede que fuera cierto en parte, que Buñuel magnificara un tanto la realidad, pero ese tipo de gente habitaba en grandes masas la capital de México, una, ya entonces, de las más superpobladas del mundo.

 
Buñuel, gracias a un perfecto guión, logra una magnífica película, con estupendos diálogos y unas increíbles interpretaciones de todos los niños, sobre todo. Están naturales y, en sus dificilísimos papeles, logran una perfección inusitada.
La fotografía en blanco y negro es maravillosa y las escenas surrealistas, marca Buñuel, tienen la fuerza y evocación del genio de Calanda.
Una película triste, durísima, casi insoportable en algunos momentos, y con un final que no se olvida nunca. Pero a pesar de todo ello se trata de un film positivo por cuanto se dan las bases de cómo se debería tratar a esos muchachos que, sobre todas sus necesidades, necesitan el afecto y amor de sus mayores.
Una película de siempre y para siempre.


Premios

- Cannes 1951: Mejor director (Luis Buñuel), premio de la crítica.
- Ariel 1951: mejor director, mejor actuación infantil (Roberto Cobo), mejor fotografía (Gabriel Figueroa), mejor montaje (Carlos Savage), mejor guión original (Luis Buñuel, Luis Alcoriza), mejor diseño de producción (Edward Fitzgerald ), mejor sonido (José B. Carles), mejor actriz de reparto (Estela Inda).

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