Principio de Arquímedes, el (España, 2004)

 

 

Título original: El principio de Arquímedes

Director: Gerardo Herrero

Guion: Belén Gopegui

Música: Lucio Godoy

Fotografía: Alfredo F. Mayo

Género: Vida normal, Drama, Social

Reparto: Marta Belaustegui, Roberto Enríquez, Blanca Oteyza, Alberto Jiménez, Vicky Peña, Manuel Morón, Víctor Clavijo, Omar Muñoz, Nerea Casares, Paz Gómez, Félix Casales, Julio Vélez, Mario Martín, Fernando Cayo

Argumento

Dos parejas amigas. Dos matrimonios que están en la mitad de los treinta. Son amigos, pero hay algo que los distancia, su visión ante la vida. Todos son diferentes, incluso entre los matrimonios.
Una chica tiene un buen empleo en una gran empresa nacional de ropa. La otra, empero, trabaja en casa, gana bien, pero echa en falta una nómina, algo que le dé seguridad. Sus maridos también son diferentes entre sí. Uno de ellos es arquitecto y por fin ha conseguido su sueño, un gran proyecto, algo sucio en el fondo, pero que le dará dinero y prestigio. El otro, en cambio, es tranquilo, casero y vive la vida sin prisas ni ambiciones.
Los dos matrimonios tienen un crío. Chaval y chavala, respectivamente.
Un día, habrá una posibilidad de que la chica que trabaja en casa consigue trabajar en la empresa de ropa de su amiga. Esta le ayudará. A partir de conseguir el trabajo nada será igual para ellos.

Interesante película española que, al igual que la predecesora de Herrero, su director, "Las razones de mis amigos" toca un tema sugestivo, altamente interesante y poco tratado en el cine español. Allí era la importancia del dinero, marcando éste de forma trascendental el devenir de unos personajes, muy amigos entre sí, aquí la ambición personal en el tema del trabajo y de como ésta puede alterar la cotidiana vida de seres que lo tienen todo aparentemente para ser felices pero que, en realidad, quieren más, u otra cosa distinta en el fondo.
Herrero, lleva en implacables imágenes el sugestivo y profundo texto de Belén Gopegui, al igual que hizo en su anterior trabajo. Y consigue una película funcional, bien interpretada, amena y entretenida, interesante en el fondo y la forma (sobre todo para los que no hayan visto su anterior obra, pues justo es decir que se repiten en ambas modos y comportamientos fílmicos, hasta el punto de ser muy parecidas, demasiado, quizás, lo que no sé si será positivo).

 
En el lado negativo, poco especial, pero sí resaltar que el que se esté dando vueltas sobre lo mismo pudiera llevar al tedio a algún espectador ávido de emociones fuertes, lo que realmente sucede pero no de la forma en que hoy en día se hace, esto es, vertiginosamente, sino con calma pero avanzando en la narración. Y otro elemento que pudiera no convencer es la esquematización de algunos personajes y el momento en que los trabajadores de la empresa toman la palabra. Queda muy bien en pantalla y, entre otras cosas, podemos beneficiarnos del brillante trabajo de Vicky Peña, una siempre admirable actriz, pero quizás a alguien le pueda parecer poco convincente, puede ser porque en la vida real los trabajadores no podemos tomar la palabra cuando lo necesitamos, y aquí, en la película sí. ¿Envidia? Lo más seguro.

 
Y hay una tercera cuestión, totalmente subjetiva, que hace vea la película con un cierto distanciamiento: la psicología  de los personajes. Son reales, conocidos, no ya sólo verosímiles sino totalmente reales (llegado a una cierta edad uno/a comienza a conocer gente parecida en semejantes circunstancias), pero no me identifico con ninguno de ellos (hablo de los cuatro protagonistas). Mi personalidad se acerca a la de Marta Belaustegui (su personaje), pero no totalmente, y es bastante diferente de las de los otros cuatro. Por ello, por esa falta de identificación con ellos no me involucro completamente en la trama.
En suma, una película, no redonda, pero que merece la pena por su dignidad y honestidad.