viernes, 26 de julio de 2024

Zafarrancho en el rancho (Home on the Range) (USA, 2004)

 


Título original: Home on the Range

Directores: Will Finn, John Sandford

Guion: Will Finn, John Sandford

Música: Alan Menken

Fotografía: Animación

Género: Animación, Comedia

Reparto: Dibujos Animados


Argumento

Un grupo de animales de una pequeña granja que va a ser vendida por falta de liquidez, decide ayudar a su anciana ama y va en busca del más peligroso bandido que asola la comarca.


Vista en la época de su estreno, se pensó que, si nadie lo remediaba, esa podría ser la última película de la factoría Disney dibujada como antiguamente se hacía, a mano, de forma totalmente natural, sin utilizar para nada el ordenador.
El resultado (quizás por eso en Disney tomó tal determinación) fue de escaso éxito, sólo moderado, lejos de las expectativas del emporio.
Pero está muy bien. Es modesta, y se nota, pero el trabajo es bueno, resultando una película divertida e incluso cachonda en muchos momentos, sobre todo al principio y al final. Su parte central es más irregular, con momentos afortunados y otros un tanto apagados, pero en conjunto es un impecable entretenimiento que mereció mejor suerte comercial, no cabe duda.

 
Los personajes están bien perfilados, cada uno con su idiosincrasia, su particular personalidad. Las situaciones son meritorias, bebiendo de muchas fuentes, como pueden ser los dibujos de Tom y Jerry o los de Hanna-Barberá, por poner sólo dos clasos ejemplos.
Además, hay pocas canciones y su duración es corta, lo que hace que haya poca paja y mucho grano.
El ritmo es vivo y los diálogos rápidos y mordaces, con fina ironía, pero siempre pensados para los más chicos pues es una peli (y en esto también se diferencia de lo que últimamente se estrena en dibujos animados) pensada para los más peques, aunque los mayores que les acompañen se lo pasen chachi.
A destacar el personaje del caballo Buck, simplemente genial, sobre todo cuando intenta y logra que su ídolo, el valiente cazarrecompensas Rico  le ponga su silla encima. Verle llorar de emoción es algo impagable y uno de los momentos más cómicos y divertidos que yo haya experimentado en muchos años en el cine (no, no estoy exagerando).

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