Hombre y el monstruo, el (Dr. Jekyll and Mr. Hyde) (USA, 1931)

 

Título original: Dr. Jekyll and Mr. Hyde

Director: Robert Mamoulian

Guion: Samuel Hoffenstein, Percy Heath. Novela: Robert Louis Stevenson

Música: Herman Hand, Rudolph G. Kopp, John Leipold, Ralph Rainger

Fotografía: Karl Struss

Género: Fantástico

Reparto: FREDRIC MARCH, MIRIAM HOPKINS, ROSE HOBART, HOLMES HERBERT, HALLIWELL HOBBES, EDGAR NORTON, TEMPE PIGOTT, SAM HARRIS, TOM LONDON, ARNOLD LUCY, MURDOCK MACQUARRIE, G.L. MCDONNELL, JOHN ROGERS, DOUGLAS WALTON, ERIC WILTON

 Argumento

En el Londres de finales del siglo XIX, el Dr. Jekyll espera ansioso el momento de casarse con su enamorada. Pero el padre de ella, otro insigne científico, quiere esperar a que su futuro yerno siente un poquito la cabeza. El motivo es que el Dr. Jekyll es muy inteligente pero tiene unas ideas demasiada revolucionarias en cuanto a la mente y el ama humana. Sostiene que, mediante drogas, es posible que los malos instintos del ser humano desaparezcan por completo. Así, el ser humano, sería bueno siempre.
Un día bebe una sustancia por él descubierta, transformándose en un hombre horrible, sin ningún escrúpulo. Entonces, podrá hacer cuanto quiera pues no tiene ningún obstáculo moral. 

Para muchos críticos, la mejor adaptación de la célebre novela de Robert Luis Stevenson sobre el Dr. Jekyll y su sosías el horrible Mr. Hyde.
Parece mentira que esté realizada en 1932, no olvidemos, poquito después de haberse iniciado el cine sonoro comercialmente.
Y uno de los logros del maestro Mamoulian, hombre inteligente sobre todas las cosas, es el magnífico empleo del sonido en la cinta. Los suspiros, gritos, pasos en la niebla... están soberbiamente empleados en la película.
La ambientación es perfecta y la fotografía es bellísima y nítida. Un blanco y negro admirables.

La puesta en escena es sutil al principio, elegante en grado sumo, para pasar en su segunda mitad a dotarle de una fuerza y brío inusuales para la época. Así, la dosificación de la violencia y el sentido de la intriga son majestuosos, con momentos románticos de gran dulzura, como los diálogos entre el protagonista y su enamorada.
Las interpretaciones son excelentes, con Miriam Hopkins perfecta en el papel de prostituta aterrada por el siniestro Mr. Hyde. Y qué decir del siempre magnífico Fredric March. Pues que aquí consigue la mejor interpretación de su carrera. Con ello está todo dicho.
Una admirable cinta por lo que apenas pasa el tiempo, aunque bien es cierto que su primer tercio es tranquilo, pero necesario para ir conociendo a los personajes.
Y como ejemplo de la gran técnica de Mamoulian está su comienzo, con un plano que dura unos minutos, con la cámara tomando el punto de vista del protagonista.

  

Premios

- Óscars  1932: mejor actor (Fredric March).
- Festival de Venecia 1932: premio del público a la historia más original, mejor actor (Fredric March).
- Online Film & Television Association 2020: OFTA Film Hall of Fame.