Título original: Bittersweet Love
Director: David Miller
Guion: D.A. Kellogg, Adrian Morrall
Música: Kenneth Wannberg
Fotografía: Stephen M. Katz
Género: Melodrama, Romántico
Reparto: Lana Turner, Robert Lansing, Celeste Holm, Robert Alda, Scott Hylands, Meredith Baxter, Gail Strickland, Richard Masur, Denise DeMirjian, John Friedrich, Amanda Gavin, Jerome Guardino
Argumento
Un joven matrimonio, que está esperando un bebé, descubre de repente que son hermanastros.
La madre de ella quiere que su hija aborte y luego se divorcie. O si no, dar el bebé en adopción. El padre de él, que tuvo treinta años antes una sola relación con la madre de ella, quiere arreglar las cosas, pero no sabe cómo.
Deberá decidir la pareja, solos, lejos de sus familiares. Tampoco será nada fácil.
Clásico melodrama, que quizás vaya un poco más allá en cuestión de argumento, toda vez que toca un tema éticamente peliagudo.
La pena es que, aun resultando interesante y nada aburrida, sí que se queda en la superficies, pese a la delicadeza en el trazo.
Es digna y honesta, no digo que no, pero no llega a donde, con más valentía, podría haber llegado.
Es irregular, con una primera mitad conseguida, donde vamos conociendo a los diversos personajes. Más tarde, cuando el conflicto aparece, todo es más folletín, elegante pero no muy conseguido.
Al final, y gracias a la esforzada labor de sus intérpretes, se logra que resulte más o menos amena, pero el guión, repito, no profundiza mucho y al final te queda un poso de cierta decepción.
Con todo, ver a actrices, ya veteranas, como la gran Lana Turner y Celeste Holm, casi siempre dulce, es un pequeño placer.
Podría haber sido mejor.
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