martes, 22 de octubre de 2024

Trabajos de amor perdidos (Love's Labour's Lost) (Reino Unido, 1999)

 


Título original:  Love's Labour's Lost

Director: Kenneth Branagh

Guion: Kenneth Branagh. Teatro: William Shakespeare

Música: Patrick Doyle

Fotografía: Alex Thompson

Género: Comedia, Musical, Romantico

Reparto: KENNETH BRANAGH, ALESSANDRO NIVOLA, ALICIA SILVERSTONE, NATASCHA MCELHONE, MATTHEW LILLARD, ADRIAN LESTER, TIMOTHY SPALL, NATHAN LANE, STEFANIA ROCCA, RICHARD CLIFFORD, EMILY MORTIMER, CARMEN EJOGO, ANTHONY O'DONNELL, GERALDINE MCEWAN, RICHARD BRIERS


Argumento

A finales de los años treinta del siglo XX, el rey de Navarra, junto a sus tres mejores amigos, se enclaustran durante tres años para estudiar, lejos de la farándula humana, mujeres incluidas.
Sin embargo, tal deseo se verá lastrado por la presencia de un alta dama del reino de Francia y sus tres amigas.
Todos se enamorarán perdidamente y los galanteos se sucederán.

Esmerado intento de Branagh, ese empedernido seguidor incondicional de William Shakespeare, por versionearle cinematográficamente en su aspecto más popular.
Branagh ama a Shakespeare pero no le endiosa ni le teme como otros, sino que le toma como un amigo. Así, toma sus narraciones más divertidas y románticas como ésta para tamizarlas al gusto de la época, al gusto de espectadores poco versados con el teatro del maestro universal.
El resultado es ameno, dúctil, entretenido, colorista y agradable. Su realización es elegante y las interpretaciones entusiastas. Hay mucho trabajo y se nota, sobre todo en la puesta de escena y los números musicales, algo simples, pero con el fondo de alegres canciones de diversos maestros que ya han pasado a la historia de la música del cine.


En cuanto a los decorados, hay que decir que son preciosos.
Sin embargo resulta algo irregular, tardando un tanto en despegar, con una hora primera algo tediosa, no aburrida, no, pero sí con pocos elementos de indiscutible calidad. La forma, aquí, es primorosa, pero el fondo puede distanciar al espectador medio. Sin embargo, su media hora última, sobre todo sus últimos veinte minutos son prodigiosos, con momentos bellísimos como la larga despedida de los amantes y el colofón de la historia con esas emotivas imágenes en blanco y negro con los/as protagonistas durante la II Guerra Mundial. Un largo momento donde el genio tanto de Shakespeare como de Branagh sale a flote. La palabra del bardo en las imágenes de Branagh. ¡Qué excelente combinación!.
Al final, y como por arte de magia, el espectador sale algo compungido, emocionado de veras. Y ese es el sabor último de boca que deja este filme. Sólo por ello merece la pena.

Premios

- The Stinkers Bad Movie Awards 2000: mejor actriz de reparto (Alicia Silverstone).

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