lunes, 22 de julio de 2024

Proceso de las brujas, el (El juez sangriento) (Trono di fuoco, il) (Il Giudice Sanguinario) (España, Alemania, Italia, Liechtenstein; 1970)

 


Título original: El proceso de las brujas (El juez sanguinario) (Trono di fuoco, il) (Il Giudice Sanguinario)

Director: Jesús Franco

Guion: Michael Haller, Harry Alan Towers, Enrico Colombo, Jesús Franco, Anthony Scott Veitch

Música: Bruno Nicolai

Fotografía: Manuel Merino

Género: Terror, Histórico

Reparto: CHRISTOPHER LEE. LEO GENN, MARIA SCHELL, MARIA ROHM, MARGARET LEE, HANS HASS JR., HOWARD VERNON, PIETRO MARTELLANZA, MILO QUESADA, WERNER ABROLAT. JOSÉ MARÍA BLANCO. GIULI CARR. DIANA LORYS, JOSÉ MARÍA PRADA, VICENTE ROCA. JOHN THOMPSON


Argumento

A finales de los Estuardo, en Inglaterra, Jacobo II, el odiado, pone en manos de la justicia, al sanguinario juez George Jeffreys quien, con tal de servir a la cruel corona, fue capaz de ajusticiar a cientos de inocentes, incluso tachándoles de brujas y conspiradores.

Simpática película del simpar Jesús Franco, alias Jess Frank, alias qué sé yo cuántos pseudónimos.
Esta es una de tantas películas que en su tiempo no pude ver al tener menos de dieciocho años, que era la calificación que todas las del mismo pelo tenían por haber crueldad, sadismo, sangre, algo de sexo (algo más para las versiones dirigidas al extranjero, tan adelantados ellos) y violencia.
Vista ahora, en pleno siglo XXI tan sólo, creo yo, tiene valor relativo, histórico, sí, para saber qué tipo de cine se hacía entonces, cómo se trataban este tipo de cintas, etc...
La peli no es nada del otro jueves, aunque no aburre. Pretende, para comenzar, que los hechos son rigurosamente ciertos, tal y como dice la entrañable voz en off de la época, pero en la versión del DVD moderno se nos cuenta la verdadera historia del cruel juez sanguinario Jefrreys y comprobamos que, vamos, rigurosos, lo que se dice rigurosos, pues como que no.

 
Comienza siendo como de chiste, para poco a poco mejorar, sobre todo cuando comienzan las intrigas políticas y el personaje interpretado (correctamente) por el buen actor británico, Leo Genn, visto, por ejemplo, en "Quo Vadis", tiene verdadero peso en la historia.
Por su parte, Christopher Lee, como siempre, es decir, bien, dando el callo.
Pero lo que le falla es precisamente lo que le hace ser tan entrañable y daba tanto dinero en su época, la dirección. Una dirección que entonces parece ser parecía estimable y hoy en día aparece como mediocre, aunque efectiva para lo que cuenta.
Lo que sí es de aúpa es la fotografía, francamente preciosa.
En definitiva, que no es gran cosa, pero sirve hoy en día para aprender un par de cosas, aunque no precisamente de cine. Por ejemplo, me refiero a las escenas que cortaron en su día para la distribución en España y que sí se dieron en Alemania. Son ridículas e incongruentes, sobre todo la primera donde se ve a la protagonista lamerle la sangre a otra muchacha torturada. Supongo que estaba hecha para "poner" al  espectador de la época, pero vista hoy en día resulta ridícula. En fin, eran otros tiempos.

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