Título original: La città sconvolta: caccia spietara ai rapitori
Director: Fernando Di Leo
Guion: Fernando Di Leo, Ernesto Gastaldi, Nicola Manzari. Historia: Galliano Juso
Música: Luis Bacalov
Fotografía: Erico Menczer
Género: Thriller, Intriga, Policíaco (Poliziotto)
Reparto: Luc Merenda, James Mason, Valentina Cortese, Irina Maleeva, Marino Masé, Deniele Dublino, Vittorio Caprioli, Salvatore Billa, Marco Liofredi, Loris Bazzocchi, Renato Romano, Enzo Pulcrano, Tom Felleghy, Flora Carosello, Renato Baldini, ¿Cyril Cusack?
Argumento
Dos niños, uno hijo de un rico industrial que gana grandes sumas de dinero con sus trapicheos, y el otro el único hijo de un humilde mecánico de motos, viudo, son secuestrados, el rico por eso, por ser rico y el pobre porque estaba junto al otro y le intentó ayudar.
Ambos padres actúan de manera muy distinta. El rico no quiere pagar los 10.000 millones de liras que le piden y el otro, si por él fuera, vendería todo lo que tiene por conseguir su liberación.
Pero los días pasan y tanto la Policía, como los padre de los niños y los secuestradores, deben esperar órdenes.
La tensión aumenta por momentos.
Irregular thriller con grandes dosis de intriga, que al menos roza el poliziotto, bien representativo del cine de acción italiano de los setenta del siglo pasado.
Tiene, por así decir, dos partes bien diferenciadas. La primera se basa, principalmente, en el diálogo, con los días pasando mientras los padre de los dos niños esperan noticias concretas de los secuestradores. Esta parte no es que sea lenta, pero se toma su tiempo para transferir al espectador, el dolor y la angustia de las familias y la frustración de la Policía al no encontrar sólidas pistas.
Y no faltan interesantes, aunque un poco facilonas, disquisiciones sobre la diferencia de clases.
En esta parte el personaje del Inspector Jefe de Policía, que justo el día del secuestro se iba de vacaciones, es muy importante. Y está muy bien interpretado por el veterano Vittorio Caprioli.
Y respecto a la segunda parte, es ya de acción pura (no falta la consabida persecución por las calles, esta vez entre una moto y un coche)y sí se puede decir que es más dinámica, pero no mejor, puesto que, en esencia, es no poco incongruente, con aspectos del guion con los que hay tener un gran acto de fe, muy poco verosímiles.
Con todo, en líneas generales, es bastante entretenida e interesante, aunque no redonda.
Ferndo Di Leo sabe realizar, pero tiene mejores trabajos, más sólidos.
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